Contraportada. Redacción
El Frente Nacional por la Familia pidió a los diputados de la LXIII legislatura votar en contra de la iniciativa que pretende obligar a la promoción de la NOM-046 en las instituciones públicas del país, por considerar que atenta abiertamente contra las mujeres y contra las personas que aún no han nacido.
Indicó que esta norma pone en peligro a menores de edad, pues al poder solicitar servicios para la interrupción del embarazo sin el acompañamiento de sus padres y sin una denuncia ante las autoridades judiciales, puede fomentar que el victimario de un caso de violación quede impune.
El FNPF solicitó políticas públicas que apoyen en todo sentido a la mujer y consideró que “el aborto es una violencia directa contra ella, la lástima, invade su cuerpo, no le garantiza mejor salud.
“Una verdadera política de protección debe garantizar una atención gratuita de la madre y de su bebé, el derecho al trabajo y la garantía de alimento y de salud de las dos personas”.
Sostuvo que la solución a los problemas de violencia contra la mujer no es hacer el aborto más accesible, sino profundizar en las causas para solucionarlas de origen y perseguir a los violadores.
Según la Comisión Especial para el Seguimiento de los Feminicidios: “Es bien conocido el conjunto de problemas al que se enfrentan las víctimas de este tipo de violencia, como el síndrome de estrés postraumático, la falta de información, la desconfianza, la revictimizacioìn cuando se atreven a denunciar”.
La prevalencia de violaciones tiene niveles altos y crecientes, “estamos hablando de casi 15 mil denuncias de violaciones al año, eso sin atrevernos a hacer estimaciones de la llamada cifra negra, es decir, de aquellas violaciones que no son denunciadas”, menciona el documento Feminicidio en México, aproximación, tendencias y cambios, de la Comisión Especial para el Seguimiento de los Feminicidios.
El Frente Nacional por la Familia afirmó estar en contra de que se criminalice a la mujer que ha abortado, “pero no por ello estamos de acuerdo en que se convierta en una práctica normal, recurrente y considerada como una medida de salud”.
CDC